martes, 3 de noviembre de 2009

historia del futbol sala



El Fútbol de Salón o Fútbol Sala nació en Montevideo (Uruguay) en el año 1930, cuando las mieles del éxito futbolístico oriental vivían en su máximo esplendor ya que habían conquistado los Juegos Olímpicos de 1924 (Amsterdam / Holanda), 1928 (Colombes / Francia) y la Copa del Mundo de 1930 disputada en ese país.

Por tal motivo en el pequeño país sudamericano se practicaba el deporte en cuanto rincón se pudiese. El Prof. Juan Carlos Ceriani de la Asociación Cristiana de Jóvenes (ACJ) a consecuencias de que los niños de club comenzaban a patear la pelota después de la clase de gimnasia en la cancha de básquetbol, improvisó un campo de juego de fútbol. Tomo reglas de diferentes deportes, como el baloncesto, balón mano, waterpolo y el fútbol para ir dándole forma a las del Fútbol de Salón.

Siendo cada vez mayor el interés por este nuevo juego, el profesor Ceriani, preparó unas reglas en el año 1.933, tomando como base cuatro deportes: baloncesto, balonmano, fútbol y water-polo. Del baloncesto, además de la cancha, adoptó la falta personal, el cambio de jugadores y el tiempo total de juego; del balonmano el no poder marcar gol desde cualquier distancia; del fútbol su condición; y del water-polo casi todas las reglas sobre el portero.

Para los brasileños, no existen pruebas documentales de las reglas del profesor Ceriani, y opinan, que decir que aquello era fútbol sala, es una exageración, y que esta práctica se hacía sin el control de ningún organismo.

El profesor de la Asociación de Jóvenes Católicos (A.J.C.), de São Paulo, Habib Maphuz, estuvo en Montevideo al final de la década de los 40 y lo que vio fue una práctica sin ninguna organización ni reglas de juego, que lo mismo se jugaba con cinco, seis o siete jugadores en cada equipo.

Hablando del fútbol sala
Fue en 1.952, en São Paulo, cuando se comenzó a denominar fútbol sala. Habib Maphuz organizó la primera liga de fútbol sala de la A.J.C. de São Paulo, e implantó la idea de crear la Federación Paulista de Fútbol Sala, hecho que ocurrió en junio de 1.955. Un año antes se había fundado la Federación Metropolitana de Fútbol Sala, actual Federación de Fútbol Sala del Estado de Río de Janeiro, la más antigua de Brasil.

Primeras reglas
La A.C.M. de São Paulo, también colaboró en la elaboración de las primeras reglas de fútbol sala de las que sí existe total evidencia. Éstas fueron publicadas en el año 1.956 por Luis Gonzaga de Oliveira, de la Federación Paulista de Fútbol Sala, y adoptadas posteriormente por FIFUSA, con algunas modificaciones. Estas evidencias dejan claro que el fútbol sala es un deporte desarrollado en Brasil y que gracias a ellos se conoció en todo el mundo.

Otro hecho que avala la paternidad brasileña de fútbol sala, es que la Federación Uruguaya de Fútbol Sala, fue fundada en septiembre de 1.965, once años después.

Para darse una idea de la importancia que, tanto para Uruguay, como para Brasil, tenía este tema, baste decir que en 1.967 y con el fin de aclarar el mismo, Luis Gonzaga, con el apoyo de Joao Havelange, entonces presidente de la Confederación Brasileña de Deportes, organismo que tutelaba el fútbol sala, organizó en Río de Janeiro el I Congreso de Federaciones de Fútbol Sala. Asistieron al Congreso catedráticos de educación física ligados a la A.J.C., tanto de Brasil como de Uruguay. Parece que la primera de las conclusiones a que llegaron, fue, que el fútbol sala es un deporte genuinamente brasileño.


La Confederación Sudamericana de Fútbol Sala
La fecha exacta de la fundación de la Confederación Sudamericana de Fútbol Sala no está documentada de forma cierta. Pero el 14 de septiembre de 1.969 se reunieron en Asunción representantes de Brasil, Paraguay, Uruguay y Argentina. Esa reunión sirvió para acordar la creación de la Confederación, que tendría su sede en Asunción. Para ello aportaron el dinero destinado a cubrir los primeros gastos.

Federación Internacional de Fútbol Sala

En julio de 1.971, y según una iniciativa de la Confederación Sudamericana de Fútbol Sala y la Confederación Brasileña de Deportes, se constituyó en São Paulo (Brasil) la Federación Internacional de Fútbol Sala (FIFUSA). En su creación participaron Brasil, Argentina, Bolivia, Paraguay, Perú, Portugal y Uruguay. El primer presidente del Consejo Ejecutivo de FIFUSA fue João Havelange y el secretario general, Luis Gonzaga, ambos brasileños. Entre los primeros dirigentes, había miembros del resto de países fundadores, excepto de Portugal. Así quedaba constituida la entidad más importante del fútbol sala mundial.

Desde su creación hasta 1.974 la FIFUSA fue dirigida más por el secretario general, Luis Gonzaga, que por el presidente, João Havelange. Éste no disponía de tiempo para dedicarse a la FIFUSA, pues además de su trabajo en el Consejo Brasileño de Deportes (C.B.D.), se

dedicaba especialmente a promocionarse para su elección a la presidencia de la Federación Internacional de Fútbol (FIFA). El año 1.973, dejó la C.B.D. y en junio de 1.974 fue elegido presidente de la FIFA. En esa época la FIFA no tenía ningún interés en que otro deporte viniese a competir con el fútbol.
Un año después fue elegido el brasileño Wladir Noguerira Cardoso, nuevo presidente de la FIFUSA. Bajo su presidencia continuó la misma paralización, no se promovió ninguna competición internacional importante, ni se promocionó el fútbol sala.

En una reunión celebrada en Río de Janeiro, a la que asistieron los representantes sudamericanos más destacados, se informó de que la FIFUSA durante los últimos cinco años había estado casi inactiva, y se llegó a la conclusión de la necesidad de elegir un nuevo presidente para la FIFUSA.
Nuevo presidente de la FIFUSA
En julio de 1.980, fue elegido presidente de FIFUSA el brasileño Januário D'Alesio Neto, descendiente de italianos y franceses, empresario de una compañía de seguros y dirigente del Club Palmeiras.

Cuando Januário D'Alesio tomó posesión de su cargo de presidente de la FIFUSA comprobó que no había ni un centavo. Lo único que le entregó el presidente anterior fue una caja de zapatos con un sello, un paquete de papel timbrado y una docena de sobres. Con su llegada

y su nueva Junta Directiva, el fútbol sala alcanzó, gracias a su trabajo, la importancia actual y entró definitivamente en el círculo mundial. El lema de trabajo de Januário, era: "nada resiste la fuerza de la razón y la fuerza del
El fútbol sala en España se introdujo sobre el año 1.972. Son muchos los que coinciden en afirmar que fue en el Club YMCA de Madrid, el primer sitio donde se practicó este deporte, cosa que, por otra parte, no tiene nada de extraño, pues el citado club estaba constituido por una asociación de jóvenes católicos, homónima de las de Paraguay y Brasil (A.J.C.) en las que se inició el fútbol sala. En 1.977, se jugó por primera vez, con carácter semi-oficial, el Campeonato de Castilla de Clubes de fútbol sala.

El Consejo Superior de Deportes (C.S.D.), decidió que dependiera del Comité Nacional de Fútbol Aficionado, de la Real Federación Española de Fútbol. (R.F.E.F.). Un año después, la R.F.E.F. dio instrucciones a sus Federaciones Territoriales para que organizasen torneos oficiales de fútbol sala, pero éstas no demostraron gran interés, a pesar de lo cual se fueron incorporando paulatinamente a la competición.

En favor del fútbol sala
En aquellos inicios, fundamentalmente en Madrid, se jugaba por diversión. El fútbol sala tiene mucho que agradecer a dos conocidos periodistas: José María García y Juan Manuel Gozalo, a los que les gustaba practicar este deporte.
Ellos crearon afición y arrastraron a muchos otros a su práctica. Fundaron cada uno un Club, Interviú/Hora 25 y Unión Sport, respectivamente.

Con sus equipos jugaban encuentros amistosos, torneos de exhibición en las fiestas de los pueblos,... Y cada vez que se inauguraba un pabellón polideportivo eran invitados para el encuentro de la inauguración, pues ya tenían jugadores brasileños y algunos grandes futbolistas retirados como Amancio, José Luis Peinado, Adelardo, Ufarte, Potele,... Estos jugadores se dieron cuenta de que el fútbol sala era una disciplina claramente diferenciada del fútbol "11".

Un deporte con "personalidad"
El nuevo deporte tiene entidad propia con rasgos y caracteres propios y requiere una preparación física muy peculiar, con exigencias de potencia y elasticidad muscular muy importantes. Además demanda una gran movilidad, un continuo cambio de ritmo y posición sobre la cancha, sin tiempo para recuperarse. Por todas estas características los futbolistas retirados abandonaron la práctica del fútbol sala y dieron paso a jóvenes promesas. Se crearon también equipos en Galicia y Cataluña, pero cada uno jugaba en su región.



El 4 de febrero de 1.986, el C.S.D. inscribe a la Federación Española de Fútbol Sala en el Registro Nacional de Asociaciones y Federaciones Deportivas, con el número 54. Casi cuatro años después de su solicitud de inscripción. El 4 de diciembre de ese mismo año, el Comité Olímpico Español (C.O.E.) reconoce y admite a la F.E.F.S. como miembro de pleno derecho del C.O.E.

A pesar de todos estos reconocimientos legales, la R.F.E.F. durante estos años siguió obstaculizando el desarrollo del fútbol sala, hasta conseguir su desinscripción del Registro Nacional de Asociaciones y Federaciones Deportivas del C.S.D. Lo que dejó a la F.E.F.S. sin derecho a las subvenciones económicas anuales y la ahogaron económicamente.

Estos acontecimientos y el afán de protagonismo de los dirigentes de la F.E.F.S. crearon momentos de gran confusión y división hasta que los equipos de fútbol sala de la máxima categoría de la F.E.F.S. y de la R.F.E.F. crearon la Liga Nacional de Fútbol Sala (L.N.F.S.), reconocida por la Real Federación Española de Fútbol el año 1.990.

Con el fin de organizar este deporte a nivel nacional en el resto de categorías, se creó en 1.994 el Comité Nacional de Fútbol Sala (C.N.F.S.) que suponía la práctica unificación del fútbol sala español en todas las categorías. Sin embargo esto no fue así y siete años después todavía no se ha conseguido la unificación del fútbol sala aficionado.

El fútbol sala en España debería conseguir una unificación auténtica, y contar con su Federación totalmente independiente de la R.F.E.F. Esto cada día se ve más lejano, pues los intereses de la R.F.E.F. por el control del fútbol sala son cada vez más poderosos.

Los éxitos españoles
Los recientes éxitos obtenidos por la Selección Española de Fútbol Sala, campeona del mundo y de Europa, así como los de algunos de los clubes españoles, como Caja Segovia y Playas de Castellón, deberían aprovecharse para que los máximos dirigentes del deporte

en España, hagan un examen equilibrado de la situación actual, y establezcan las normas y procedimientos necesarios para que, finalmente, llegue la tan ansiada unificación de todo el fútbol sala español, en todas las categorías y niveles.

Los dirigentes deportivos internacionales, deben de tener en cuenta el desarrollo espectacular del fútbol sala en todo el mundo, así como el importante número de practicantes masculinos y femeninos del mismo, y realizar las gestiones necesarias para que el fútbol sala alcance la categoría de deporte olímpico.


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